INUNDACIONES EN TIERRAS VALENCIANAS
DURANTE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII
Armando ALBEROLA ROMA
Universidad de Alicante
…//…En la vecina comarca del Alto Mijares encontramos más pruebas de lo poco
propicios que resultaron los primeros años de la segunda mitad del siglo XVIII. No
hay más que detenerse en la lectura de los informes, con sus correspondientes
peticiones, remitidos a la corte a finales de octubre de 1756 y de septiembre de 1757,
respectivamente, por los lugares de Argelita y del Castillo de Villamalefa.
Argelita, lugar de corto vecindario y escaso término municipal próximo al
río Mijares, solicitaba probablemente a finales de 1755 o principios de 1756 una
minoración de la deuda de 237 libras que arrastraba por no haber satisfecho en su
momento el equivalente que le correspondía. El memorial, firmado por los
integrantes del gobierno municipal, argumentaba que una fuerte tempestad descargó
en el mes de junio del año 1755 sobre el lugar. Como consecuencia de ella el río
Mijares se desbordó y arruinó gran parte del término, quedando improductivas las
tierras por “la muchedumbre de peñas que en ellas introdujeron el río y barranco que
las inundaron’6”.
Argelita planteó cuidadosamente su reclamación, adjuntando un detallado
justiprecio de los bienes que poseía como municipio, así como las cargas fiscales que
soportaba. Del mismo se desprende que los recursos del lugar, una vez tasadas las
tierras y los inmuebles, alcanzaban una valoración de 24.202 libras. En pagar
intereses y capitales de los censos detraía cada año 2.174 libras, a las que había que
añadir otras 375 en concepto de equivalente y otras contribuciones. Todo ello
asumido por sus 52 vecinos y los 37 terratenientes que disponían de propiedades
agrarias en el término municipal. Ante los estragos causados por la tormenta y riada
mencionadas, evaluados en 7.620 libras, la localidad se declaraba incapaz de asumir
sus compromisos con la real hacienda, por lo que solicitaba la condonación del pago
del equivalente de ese año(36. )
El informe de don Pedro Rebollar de la Concha, a la sazón en la corte por asuntos de su cargo de intendente, reconocía la veracidad de lo manifestado y, atendiendo a que era la segunda vez que Argelita solicitaba tal gracia, propuso que se le dispensara el pago de las dos terceras partes del equivalente, cosa que fue aceptada por el monarca(37.)…